Los datos del último Eurobarómetro sobre el uso de antibióticos muestran que en 2015 el problema siguió en aumento
EL GLOBAL
Han transcurrido ya nueve años desde que la Comisión Europea decidiese lanzar la iniciativa sanitaria coordinada por el Centro Europea para el Control de Enfermedades con el objetivo de luchar contra las resistencias antimicrobianas y no por repetido deja de ser necesario uno de sus mensajes fundacionales. Todavía falta mucho camino por recorrer para el uso correcto de los antibióticos. Administración, profesionales industria han vuelto a insistir en la necesidad de que la población no actúe por su cuenta. La mejor garantía para la salud es siempre preguntar al farmacéutico y al médico.
Los datos del último Eurobarómetro sobre el uso de antibióticos muestran que en 2015 el problema siguió aumentando. La resistencia a la última línea de tratamientos para la neumonía aumentó al 8,1 por ciento, cuando en 2012 era del 6,2 por ciento. También se reportaron incrementos en las resistencias a dos grupos de antibióticos considerados como última opción de tratamiento para pacientes infectados con bacterias resistentes a otros antibióticos.
Atender a las causas lleva, inevitablemente, a la formación e información de los pacientes. Un estudio realizado fuera de la eurozona concluye que el conocimiento general sobre los antibióticos en todo el mundo sigue siendo bajo debido a que en muchos países la información sobre el uso correcto de los antibióticos llega a muy pocas personas. No es el caso de España, aunque las cifras indiquen que la tarea de divulgación sigue siendo imprescindible.
Según el Eurobarómetro, España está entre los países de la Unión europea que más antibióticos consumen, sólo por detrás de Malta. Además, es el que ha liderado el incremento en el consumo desde 2013. El 47 por ciento de los españoles ha tomado antibióticos el último año, más del doble del registrado en Suecia o en Holanda.
La Comisión Europea lanzará en 2017 un segundo Plan de Acción basado en la labor ya realizada por los estados. Y en esa labor continuarán ocupando un lugar primordial las iniciativas con el fin de sensibilizar a profesionales y sociedad sobre el uso responsable de estos fármacos para prevenir la aparición de resistencias antimicrobianas.
En primer lugar, como insiste Anefp, tocará seguir aclarando que no es lo mismo una gripe que un resfriado. Tienen síntomas en común, pero las dos enfermedades están causadas por familias de virus diferentes. “Los síntomas principales del catarro son estornudos, tos, secreción y congestión nasal, dolor de cabeza, ojos llorosos y sensación de malestar general”, explica el director general de la Asociación para el Autocuidado de la Salud. El resfriado común puede durar entre 3 y 10 días y se resuelve solo, por lo que su tratamiento consiste en el alivio de los síntomas.
Por ello, seguirá siendo preciso recordar que los antibióticos son ineficaces contra el resfriado común porque destruyen o impiden el crecimiento de bacterias, no de virus, que son los causantes del resfriado. Teniendo en cuenta que el uso inadecuado de los antibióticos puede generar resistencias en la población, Anefp recuerda que tienen que ser prescritos por un médico. Pey aconseja además consultar siempre al farmacéutico cuál es el medicamento de autocuidado más apropiado para cada caso. “Si tenemos alguno de estos medicamentos en casa, debemos asegurarnos que no están caducados”, añade el director general de la Asociación.
En ello insiste también el CGCOF, al recordar la importancia de transmitir a los usuarios de las farmacias que no se diagnostiquen ni reutilicen restos de antibióticos de tratamientos anteriores; que cumplan siempre con el tratamiento en su totalidad; que no presionen al médico para que se les prescriba antibióticos, ni pidan al farmacéutico que se los dispensen sin la correspondiente receta.