CORREO FARMACÉUTICO
Se trata de un trabajo que da continuidad al documento publicado en 2013, basado en las directrices de la Organización Mundial de Salud (OMS) y la Federación Internacional Farmacéutica (FIP).
El Consejo General de COF ha añadido tres nuevos procedimientos de desarrollo al documento de Buenas Prácticas en Farmacia Comunitaria. En concreto se han publicado: "Servicio de elaboración y provisión de Sistemas Personalizados de Dosificación (SPD)", "Prestación de servicios profesionales farmacéuticos en los centros sociosanitarios o residenciales" y "Gestión de crisis sanitarias y situaciones de emergencia desde la farmacia comunitaria".
Se trata de un trabajo que da continuidad al documento publicado en 2013, basado en las directrices de la Organización Mundial de Salud (OMS) y la Federación Internacional Farmacéutica (FIP), y que impulsa entre los farmacéuticos una sistemática de trabajo más comprometida con el sistema sanitario. El objetivo es la normalización de la práctica farmacéutica, poniendo a disposición de los farmacéuticos comunitarios directrices, guías y procedimientos para que, con independencia del lugar en el que ejerzan, puedan ofrecer una asistencia sanitaria y unos servicios de calidad, eficientes y que respondan a las necesidades de la sociedad.
El grupo de trabajo de Buenas Prácticas ha estado formado por el Consejo General de COF, los colegios de frmacéuticos de Guadalajara, Huelva, Navarra, Palencia, Zamora, la Fundación Pharmaceutical Care y la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac).
En el primer caso, se trata de mejorar la adherencia a la medicación que se ha convertido en una prioridad sanitaria, ya que un 50 por ciento de los pacientes crónicos no toma los medicamentos como fueron prescritos. Los Sistemas Personalizados de Dosificación (SPD) constituyen un recurso de primera línea para el abordaje de la mejora de la adherencia a los tratamientos desde la farmacia.
Cambio de paradigma
Respecto a los sociosanitarios, el actual cambio de paradigma sanitario, consecuencia del progresivo envejecimiento de la población y del incremento de la cronicidad y la pluripatología, está generando cambios en la arquitectura sanitaria para garantizar la continuidad asistencial, integración de los procesos y coordinación sociosanitaria. En este contexto, la farmacia comunitaria está llamada a desempeñar un papel clave en la atención farmacéutica sociosanitaria y en la prestación de servicios en los centros sociosanitarios (centros residenciales, centros de día, centros de atención de media y larga estancia, etc.). Para ello, este procedimiento aborda la prestación de servicios profesionales farmacéuticos en centros sociosanitarios o residenciales.
Y, en cuanto a gestión de crisis, el farmacéutico comunitario es el profesional sanitario más accesible al ciudadano y su participación en situaciones de crisis o emergencias sanitarias es especialmente relevante en el almacenamiento, custodia y gestión de depósitos de medicamentos y productos sanitarios para garantizar la continuidad de suministro. Este procedimiento recoge las recomendaciones necesarias para que los farmacéuticos comunitarios colaboren con las autoridades sanitarias, ONG, la Organización Farmacéutica Colegial, industria farmacéutica, distribución y otros agentes, ante situaciones de emergencia y crisis sanitarias.