CORREO FARMACÉUTICO
La escala, llamada 'ESCAT', se publica en 'Annals of Oncology'.
Oncólogos de Europa y Norteamérica han acordado una nueva escala de las mutaciones del ADN tumoral que simplificará y estandarizará las elecciones de tratamiento dirigido frente al cáncer. La escala, llamada ESCAT, se publica en Annals of Oncology y con pretende optimizar la asistencia, consiguiendo una identificación más fácil de aquellos pacientes con cáncer con mayor probabilidad de que respondan a medicamentos de precisión y haciendo que el tratamiento sea más óptimo.
“Los médicos reciben una cantidad creciente de información sobre la constitución genética del cáncer de cada paciente, pero esta información puede ser difícil de interpretar a la hora de tomar decisiones de tratamiento óptimas”, señala Fabrice André, presidente del Grupo de Trabajo de Investigación Traslacional y Medicina de Precisión de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, por sus siglas en inglés) encargado de la puesta en marcha de este proyecto. “La nueva escala nos ayudará a distinguir entre las alteraciones del ADN tumoral que son importantes para las decisiones sobre medicamentos dirigidos o el acceso a ensayos clínicos y aquellas que no son relevantes”, explica.
Nuevo sistema de grados
El nuevo sistema de grados clasifica las alteraciones del ADN tumoral de acuerdo con su relevancia como marcadores para seleccionar pacientes para el tratamiento dirigido, de acuerdo con la consistencia de las pruebas clínicas que las apoyan. Es la primera vez que se ha desarrollado una clasificación que es relevante para todos los posibles medicamentos oncológicos dirigidos, no sólo aquellos que han sido aprobados para el uso por los organismos reguladores nacionales. La clasificación también permite actualizar las mutaciones en sentido ascendente o descendente en respuesta a los nuevos datos disponibles.
“Por primera vez, la ESMO ha creado las herramientas para esclarecer qué datos son necesarios para que una mutación sea considerada viable y cómo esto puede cambiar como respuesta a nuevos datos clínicos”, afirma Joaquín Mateo, principal autor del artículo e investigador principal del Grupo de Investigación Traslacional en el Cáncer de Próstata del Valle de Hebron Instituto de Oncología (VHIO), Barcelona, España. “La escala se centra en las pruebas clínicas que existen para hacer corresponder las mutaciones tumorales con los fármacos que tenemos en nuestros centros y nos aporta un vocabulario común para la comunicación entre los médicos clínicos y para explicar los posibles beneficios del tratamiento a los pacientes”, continúa.
Inclusión en los informes
A medida que ESMO divulgue la escala ESCAT en la práctica clínica, se espera que los centros oncológicos y los laboratorios incluyan de forma rutinaria la clasificación por niveles I-V de las mutaciones genómicas de los pacientes en los informes clínicos y de laboratorio y discutan los resultados en comités de tumores y reuniones. “Si una mutación es de Nivel I y otra es de Nivel III, es importante que todo el mundo entienda la necesidad de dar prioridad a la mutación de Nivel I al determinar el tratamiento del paciente e implementar la medicina de precisión”, señala Mateo.
La escala ESCAT facilitará también compartir los resultados de la secuenciación de múltiples genes entre los clínicos y los pacientes. A un número cada vez mayor de pacientes se les ofrece secuenciación de múltiples genes. Las técnicas de análisis actuales muestran con frecuencia que muchos de los genes del tumor de un paciente están mutados, pero no está claro cuáles son relevantes para las decisiones sobre el tratamiento. Al usar la escala para demostrar qué alteraciones son relevantes, es más fácil identificar y acordar el tratamiento más adecuado para cada paciente.
La escala ESCAT facilitará compartir los resultados de la secuenciación de múltiples genes entre los clínicos y los pacientes
“La ESCAT ordenará la situación actual del análisis de mutaciones para que podamos hablar el mismo idioma al clasificarlas y priorizar el uso que hacemos de ellas para mejorar la asistencia a los pacientes”, concluye André.