EL MUNDO.
DANIEL MOLTÓ ALICANTE
La presidenta del COFA lamenta los planes de Sanidad, que "apartan" a los profesionales
La presidenta del Colegio de Farmacéuticos de la provincia de Alicante (COFA), Fe Ballesteros, mostró ayer su malestar contra la decisión de la Conselleria de Sanidad de centralizar, a partir del próximo año 2018, en el Hospital La Fe de Valencia la dispensación de medicamentos para distribuirlos entre los 27.000 pacientes institucionalizados de la Comunidad Valenciana. Ballesteros auguró la caótica situación que puede provocar este sistema personalizado de dosificación con el que la Conselleria pretende servir la medicación una vez por semana la medicación, tanto a residencias públicas como privadas.
«No tienen contempladas las contingencias ni existe un estudio económico para saber qué gasto comportará este cambio», indicó. «¿Se han planteado de verdad cuánto les va a costar enviar semanalmente los medicamentos a una
residencia, por ejemplo, de Pilar de la Horadada [en la comarca más septentrional de la provincia de Alicante]? ¿Van a poder controlar desde allí los cambios de medicamento para las personas mayores de estas residencias? Es algo totalmente absurdo», manifestó la presidenta de los profesionales farmacéuticos alicantinos. Desde que la Conselleria.
Desde que la Conselleria anunció la futura puesta en marcha de esta medida, los representantes de los Colegios de Farmacéuticos están manteniendo reuniones con la directora general para poder llegar a una solución satisfactoria y en estos encuentros le han exigido que se cumpla el decreto de asistencia farmacéutica en los centros sociosanitarios que está vigente en la actualidad en la Comunidad Valenciana.
Sin embargo, Ballestero subraya que la intención de la Conselleria es modificar la Ley de Ordenación en los artículos que se refieren a los centros sociosanitarios «quitando a las farmacias de en medio». En este sentido, la portavoz del colectivo lamentó que la administración responda con estrechez de miras, sin explotar las potencialidades de la profesión. «Nos quieren solo para una urgencia y para la atención farmacéutica más básica
», apuntó. Lamentó asimismo que, con todas estas limitaciones, la función de los farmacéuticos se vea finalmente limitada a un colectivo de pacientes muy reducido. «Si tenemos en cuenta que la estratificación del nivel de salud abarca del 1 al 9, a los farmacéuticos nos dejan solo con los pacientes que pertenecen al más bajo,
—es decir, a los sanos— y los de los niveles 2 y 3. Con esto no superamos las 2.000 personas del conjunto
poblacional de la Comunidad.
GUARDIAS
Otra reivindicación de los farmacéuticos es la racionalización de las urgencias, ya que según explicó la presidenta del COFA «está demostrado que en los servicios nocturnos suele darse media dispensación por farmacia, que es prácticamente nada». Por este motivo, desde que se firmó el concierto, los farmacéuticos exigieron modificar la
Ley de Ordenación en lo que se refiere a las guardias. Tenían un plazo de seis meses desde la firma. «Llevamos ya año y pico y no se ha hecho tampoco nada», apuntó.
CONTRA LA «DESIDIA» DEL CONSELL
Servicios profesionales. La presidenta de los farmacéuticos de la provincia, recuperó ayer una reivindicación histórica para que se regulen los servicios profesionales y que así, la formación y la oferta no dependan exclusivamente de sociedades científicas. «Queremos además que estos servicios no incluidos dentro del
margen del medicamento se remuneren, ya que es un trabajo que debe valorarse». Ballestero lamentó que, pese a que durante la negociación del concierto había un anexo dedicado a los servicios profesionales, este se suprimió cuando el tema pasó a abogacía de la Generalitat y el concierto salió adelante vía decreto. Dos años después y con un documento cerrado por parte de los farmacéuticos «tienen este asunto arrinconado», apuntó su
presidenta, quien lamentó la «desidia» de la administración