CORREO FARMACÉUTICO
Las desigualdades autonómicas todavía son importantes en la implantación de la receta electrónica, con autonomías como Murcia, en la que apenas el 55,7 por ciento de las recetas son electrónicas, y otras donde la prescripción manual o sin conexión con la farmacia es sólo anecdótica, como Galicia, con un 99,2 por ciento de recetas electrónicas sobre el papel. No en vano, 13 autonomías tienen ya implantada la e-receta tanto en centros sanitarios como en consultorios, hospitales y farmacias; otras tres aún no la tienen en hospitales y otra más la tiene parcialmente.
Los datos de Farmaindustria, a cierre de julio, muestran que Asturias, Cantabria, Cataluña, Baleares, Murcia y Andalucía estarían todavía en fase de pruebas para hacer compatibles sus sistemas que, en la práctica, están encontrando importantes escollos especialmente en Cataluña, Madrid y Andalucía.
Seis años después de la reforma legal que obligó a prescribir por principio activo (y que posteriormente se modificó) las trabas para la prescripción de marcas varían: mientras en Asturias, País Vasco, La Rioja, Cataluña, Baleares y Murcia pueden prescribirse marcas sin dificultad, los sistemas informáticos de Galicia, Cantabria, Castilla y León, Aragón, Valencia y Extremadura fuerzan al médico a uno o dos clics; en Madrid y Castilla-La Mancha hasta 4 clics, y Andalucía, Navarra y Canarias llevan al médico que desea una marca a sortear incluso más de 5 mensajes o pantallas.